Una idea que es útil tener en mente a la hora de pensar un proyecto web es el concepto de mediación. La figura del mediador se encarga de resolver conflictos poniendo en contacto a las partes. Se habla de mediación civil, familiar, escolar, diplomática, sanitaria… ámbitos todos ellos en que se hace necesario poner distintas partes en comunicación. Los mediadores ponen a disposición de las partes los espacios donde poder encontrarse voluntariamente y de forma segura, aseguran que la comunicación es posible, y ofrecen imparcialidad y confidencialidad, entre otras funciones.
Tomando esta idea, resulta interesante pensar que los diseñadores web somos mediadores. Hay diferencias con los otros tipos de mediadores. Por ejemplo, un diseñador web no lidia –habitualmente– con una “resolución de conflictos”. Aún así, cuando diseñamos una web:
- Creamos un espacio de intercambio entre las partes.
- Facilitamos que la comunicación sea posible
- Ofrecemos una cierta imparcialidad, el sentido de que debemos trabajar para nuestros clientes pero también para su público target.
- Trabajamos con la voluntariedad, tanto de los clientes que nos contratan y que desean tener una web, como con la de los usuarios que pueden elegir seguir en nuestra web o irse a otras.
Pensar en nuestro trabajo de diseñadores web como un arte de mediación nos conduce a tener muy presente en cada proyecto qué personas están involucradas, cómo se mueve la información entre ellas, y cómo se mueve el dinero. Todo esto tiene una influencia crucial en cómo será la selección de los contenidos que hagamos y su organización y presentación.
Pondré un ejemplo sencillo.
Laura quiere poner en marcha una página web sobre un tema que le interesa. Tiene en mente un espacio en el que ella pondrá información que llegará a sus lectores.
Un enfoque así, en el que los contenidos se mueven de esta forma y, de momento, no hay consideraciones monetarias, puede sostenerse con una estructura “clásica”, similar a una revista en papel, en la que hay diferentes nodos de información que se muestran bajo petición. Nuestra labor de diseño consiste en recopilar los tipos de información que presentará la web, asegurarnos de que Laura podrá expresar todo lo que necesita expresar, y que sus lectores necesitan saber, organizar todo esto de forma navegable y comprensible, y presentarlo gráficamente de forma clara y atractiva. Necesitamos también una labor eficiente de SEO para optimizar el tráfico desde las búsquedas orgánicas de los buscadores.
Más adelante, viendo la cantidad de visitas que recibe, Laura decide enriquecer la comunicación. La comunicación hasta ahora ha sido unidireccional. Ahora quiere incorporar el feedback de los usuarios e introducimos la posibilidad de hacer comentarios.
Este cambio implica, por un lado, la posibilidad de que Laura reciba comentarios, pero también que los usuarios se podrán comunicar entre ellos, contestando a sus propios comentarios. Como diseñadores-mediadores, esto implica que tenemos que tener en cuenta, además de la forma de acceder a los comentarios, otras cuestiones como la moderación, el filtrado de spam o el autenticado desde fuentes ajenas como Google o Facebook. También habrá que decidir la riqueza que se permite en la participación (¿solo texto, fotos, avatar, adjuntos?).
Laura, a la vista del éxito que está teniendo su web, pero también del esfuerzo que le supone mantenerla, empieza a considerar “monetizarla”, por un lado, e incorporar colaboradores, por otro. Para ello se contemplan varias posibilidades a la hora de incorporar publicidad o esponsorización, y finalmente decide empezar por un servicio de publicidad automático tipo Google AdSense.
La complejidad de nuestra mediación se multiplica. Ahora hay un flujo de información y un flujo de dinero. Los colaboradores cobrarán en función de los beneficios, y la web se empieza a hacer más dependiente de los ingresos por publicidad. Empieza a tener más peso la consecución de un gran número de visitas. Se hace necesario también que los visitantes hagan clic en los anuncios, de manera que tendremos que ubicarlos en lugares visibles, equilibrando la visibilidad con la intrusión: que se vean pero que no lleguen a molestar a los usuarios tanto que los ahuyenten. Los textos deben estar escritos usando palabras adecuadas para que los anuncios del servicio de publicidad sean adecuados. Laura y sus colaboradores deben recibir formación en este sentido. El servicio de publicidad debe estar configurado adecuadamente, y Laura se plantea también poner en marcha acciones de SEM para aumentar el tráfico. Antes publicaba novedades cuando le apetecía, ahora debe hacerlo casi a diario.
En todos estos casos, y en otros más complejos, nuestra labor como diseñadores-mediadores implica tener en cuenta a todas las partes en interacción (clientes, usuarios, autores de contenido, fuentes de publicidad) y ofrecer espacios y condiciones apropiados para el encuentro.
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